Seguramente, la mayoría de tiradores aprendieron a disparar con una carabina o una pistola de aire comprimido. Este tipo de armas, ampliamente extendidas entre los aficionados al mundo de las armas, se caracterizan por su sencillez de manejo y por su precisión en disparos a corta distancia. Aunque el número de armas de aire comprimido disponibles continua creciendo de forma exponencial, básicamente existen dos modelos diferentes y muy difundidos de rifles de aire comprimido. El primero, tal vez sea el más utilizado entre los aficionados. Se trata de la carabina de muelle, que se carga tras accionar manualmente su cañón basculante. La mayoría de tiradores que se inician en el mundo del aire comprimido, pegan sus primeros tiros con este tipo de carabinas.
La Gamo Compact es una pistola idónea para noveles.
La simplicidad de su mecanismo y su similitud con el comportamiento de un arma de fuego real, sobre todo en lo que a efectos de retroceso se refiere, convierten a las carabinas de muelle en una opción idónea para los tiradores novatos. Sin embargo, también es cierto que dominar una de estas armas de muelle o de resorte es una tarea complicada. Por ejemplo, su retroceso puede ser, según el modelo y el calibre, incluso mayor que el de una carabina del calibre .22lr (long rifle).
Carabina Gamo CFX Royal con visor incorporado.
Aparte de las armas de muelle, el otro modelo básico de carabinas de aire comprimido es el que utiliza el gas para su funcionamiento. En este sentido, gracias al CO2, esta clase de armas apenas tienen retroceso, son más precisas en distancias cortas y permiten al tirador efectuar disparos de forma más rápida.
Carabina Norica Quick en calibre 4,5mm.
A estas dos categorías tradicionales de armas de aire comprimido (de muelle o de gas), habría que añadir una nueva modalidad que en los últimos años está disfrutando de un protagonismo cada vez más notable. Se trata de las armas de aire precomprimido, más conocidas por las siglas PCP (Pre Charged Pneumatic). A pesar de que su introducción al mundo del tiro deportivo es relativamente reciente, sus orígenes se remontan a varios siglos atrás, siendo en realidad las primeras armas de aire comprimido concebidas como tales.
La carabina Cometa Fénix también es una buena opción.
Balines y calibres
A la hora de empezar a tirar con armas de aire comprimido, tan importante es la elección del tipo de arma (de muelle, de gas, o de PCP) como del calibre. Básicamente, el tirador tiene a su disposición tres tipos de calibres: el 4,5mm, el 5,5mm, o el 6,35mm. Estas son las medidas de balines más extendidas dentro del sector, unos balines que, por otra parte, presentan grandes diferencias en cuanto a diseño, peso y tamaño. En este sentido, actualmente el tirador de aire puede optar por una amplia gama de tipos disponibles: balines cónicos, expansivos, de punta redonda, de punta afilada, etc.
Carabina Gamo Hunter con culata de madera.
Una vez decidido el mecanismo de acción y el calibre que se desea utilizar, llega el momento de escoger el tipo de arma con la que dar los primeros pasos en este apasionante mundo. La oferta de marcas y modelos es realmente abundante. Entre las más conocidas, figuran las españolas Gamo, Norica y Cometa. De todas ellas, Gamo, con una fuerte presencia en otros países como Estados Unidos, copa gran parte de la producción nacional. Entre sus modelos más populares figuran la CFX Royal, la Gamo Maxima, o la Hunter 440, todas ellas de gran calidad. Por destacar otros modelos de los otros fabricantes españoles, citaremos la Norica Quick, y la Cometa Fenix.
Balines especiales Gamo Rocket.
Sea cual sea la elección final, una buena recomendación para los tiradores que empiezan con aire es optar por una carabina del calibre 4,5mm con miras abiertas. A partir de aquí, el tirador aprenderá a usar los elementos de puntería, dominar los procesos de carga, y lo más importante, logrará entender el funcionamiento de un arma.
